26 de diciembre, después de aproximadamente 2 horas de viaje en tren y un bailey’s, llegamos a Creel. Ahí nos hospedaríamos en una pequeña cabaña. Llegamos como a eso de las 6 y después de acomodarnos y ver con el famoso “Don Creel” (alias Don Francisco) lo de los paseos de los siguientes 2 días, nos dispusimos a ir a cenar algo, y a internet a descargar la memoria de mi cámara que ya estaba llena.
Al día siguiente (27 de diciembre) preparamos quesadillas para desayunar, es que el queso de allá y las tortillas son riquísimas, (eso o teníamos mucha hambre xD jejeje). Don Creel llegó por nosotros a eso de las 10, y el primer lugar al que nos llevó fue a
Pero dejen me quejo, porque cuando le preguntamos al chamaquito que estaba en la entrada que si podíamos pasar, esté nos miró y puso cara de que no entendía, después llego Don Creel y lo saludo, resulto ser su ahijado y hablaba bien el canijo (se burló de nosotras ¬¬).
Después de ver la cueva nos dirigimos al famoso “Valle de los hongos”. Aquí Don Creel nos narró una anécdota con un suizo que al ver la roca de hongo que esta sobre la base más delgada preguntó:
Suizo: Oiga, ¿y quién subió esa piedra ahí?
Don Creel: Pos Dios mijo.
Suizo: ¿Y quien le ayudo?
Don Creel: Pos yo
Ya, ya, en su momento se me hizo gracioso. De ahí nos pasamos al “Valle de las ranas”, que esta ahí junto ñ.ñ, como verán la roca más grande si que parece una rana xD. Por cierto, ese día el viento estaba criminal. Después de un rato ahí nos trepamos al mueble del Don y nos dirigimos a la Cascada de Cusarare, pero de camino a dicha cascada nos mostró una roca con forma de elefante que esta en la carretera.
Tras cruzar el río en varias partes sobre su mueble (así le dicen en chihuahua a los autos, en este caso camioneta) llegamos por fin a la zona más cercana a la cascada, de ahí caminamos unos 15 minutos y por fin llegamos a la parte alta de la cascada ñ.ñ. En el fondo pudimos ver las rocas congeladas, que vendría a ser el único hielo que vimos en el viaje =(
Bajamos, tomamos varias fotos, disfrutamos del paisaje y después de mucho tiempo volvimos a subir los 250 escalones que hay para llegar al fondo de la cascada ñ.ñ y de vuelta al camino, para llegar ahora a la Misión de San Ignacio y al Museo de Loyola.
Aquí otra anécdota. En la sierra, los niños se acercan a venderte sus artesanías, pero si no les compras te comienzan a decir “dame peso, dame peso” y si le das a uno todos se te vienen encima para que les des también a ellos. Lo que hizo Marce, fue decirles que si le cantaban les daba dinero, eran 4 chamaquitos, 3 se alejaron y sólo uno preguntó “¿cuánto me das?”, a lo que Marce dijo “10 pesos”,
Después de esta breve parada nos fuimos al Lago de Arareco, que fue para mi la parada más breve =( así que no esperen ver muchas fotos del lago.
Así llego a su fin ese día, después de que Don Creel nos dejo en la cabañita nos fuimos a cenar y regresamos a dormir ñ.ñ
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